La convivencia es el
verdadero factor de calidad el proceso educativo. Su finalidad es la
formación para un vida social adulta y la mejora del clima escolar.
En este objetivo,
resulta imprescindible la cooperación de toda la sociedad. La
convivencia en los centros supone, en parte, un reflejo de la
convivencia en la sociedad, con las incoherencias y problemas que se
observan en la misma. Por ello, no resulta fácil aplicar soluciones
definitivas para abordar la problemática de la convivencia en los
centros educativos si en la sociedad en la que está inmersa la
escuela se adoptan posiciones de agresividad o violencia, sea en el
aspecto físico o en el psicológico, que inciden de manera directa o
indirecta en los actores presentes en el ámbito educativo.
Hay que ir a una
visión amplia y positiva sobre la convivencia y aún sobre la
disciplina, que las sitúe en el marco de la calidad de los procesos
educativos y en la búsqueda de la armonía de las relaciones entre
las personas y entre las instituciones y sectores de la comunidad
escolar. No parece adecuado a la realidad que los problemas de
convivencia en los centros se presenten sólo en términos de
conflicto y de violencia; esto proyecta sobre ellos una fuerte carga
de consideración negativa, que lleva como consecuencia a reclamar
medidas eminentemente punitivas y de control, normalmente dirigidas
contra los estudiantes, a quienes se considera principales causantes
de los conflictos producidos en la escuela, siendo necesario actuar
desde un marco social y global.
El componente
relacional y la comunicación interpersonal son hasta tal punto
importante en el proceso educativo que sin él no podría realizarse,
de ahí que se haya llegado a afirmar que una enseñanza eficaz
requiere de una relación eficaz. Pero establecer y compartir
escenarios de relación interpersonal no es una tarea fácil. En
ellos pueden gestarse tanto el interés y la satisfacción como los
malos entendidos, los problemas y los conflictos. De ahí que la
relación del profesor/a con los alumnos en el aula sea una de las
prioridades a las que hay que poner mayor atención;El papel de los
profesor es decisivo a la hora de enfrentarse a una situación de
acoso escolar en
su aula. El establecimiento de límites y una
actitud de no tolerancia permitirá el desarrollo de estrategias de
solución. Un
trabajo integral enfocado a lograr el respeto hacia los demás, la
empatía, la responsabilidad y la igualdad, colaborando
en el
desarrollo de una sociedad más sana y funcional.
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